El sector del automóvil ha notado en los últimos años un patrón de conducta entre los jóvenes consistente en el bajo porcentaje de estos dispuestos a comprar vehículos. Este hecho hizo saltar las alarmas en la industria, que intentó buscar los motivos de este descenso y se empezaron a plantear diferentes hipótesis: ¿a los millennials no les gustan los coches?, ¿los millennials prefieren tener un móvil? Las respuestas a estas preguntas parecen haber cobrado sentido con los últimos datos procedentes de Estados Unidos, los cuales afirman que este segmento de la población ha incrementado la compra de vehículos de cuatro ruedas y ya les corresponde el 30% de este mercado.

Millennials es el término con el que se conoce a esta parte de la población de la que estamos hablando, jóvenes nacidos entre los años 1980 y 2000. También conocida como “Generación Y”, comparten una serie de características: nacieron en una época de prosperidad económica, tienen una mentalidad abierta, hacen un uso intensivo de las nuevas tecnologías y su objetivo no es “vivir para trabajar, sino trabajar para vivir”.

Por otro lado también se les tacha de impacientes y malcriados, obligados a cambiar de actitud debido a la crisis económica de los últimos años, que los ha convertido también en la generación en paro mejor preparada académicamente. Esta situación socioeconómica sería la culpable del descenso de la compra de vehículos en los últimos años según diversos observadores sectoriales del sector del automóvil. Y es también gracias a la actual recuperación económica que empiezan a notar en Estados Unidos, que los millennials estén empezando a encontrar puestos de trabajo estable y por ello inviertan en la compra de coches, tal y como ha hecho siempre la generación que les precede.

La compra de vehículos por parte de la población más joven en EE.UU ha pasado del 17% en 2010 al 30% de la actualidad. Es en base a esto la NADA, patronal de los concesionarios de Estados Unidos, apunta que la idea de que no van a necesitar coches es “absolutamente ridícula”.

Con todo ello, aunque las predicciones son optimistas y el mercado ha notado un incremento en las ventas, las marcas están teniendo en cuenta que sus actitudes no tienen nada que ver con las generaciones previas. Por lo que es fundamental adaptarse a los nuevos tiempos y al lenguaje y hábitos de esta parte de la población que valora: la tecnologías, las redes sociales, la innovación, la autenticidad y la inmediatez. Y es que aunque todavía no sean compradores potenciales de primer orden, lo serán, y los que antes se adapten a las necesidades de los millennials mayor camino tendrán andado.